lunes, septiembre 03, 2007

La Nación: Elecciones en Santa Fé

Histórico triunfo de Binner en Santa Fe

El dirigente socialista convocó a construir una provincia con "justicia y equidad"; Bielsa dijo que era el "padre de la derrota"

ROSARIO.- En medio de una euforia desbordante, el candidato del Frente Progresista, Cívico y Social, el socialista Hermes Binner, festejaba anoche la hazaña: romper el invicto de 24 años de dominio justicialista para erigirse, con el 48,6 por ciento de los votos, en el futuro gobernador de Santa Fe. Tan categórico fue su triunfo como rotundo el revés de la Casa Rosada, que hasta último minuto apostó fuerte por su candidato, el ex canciller y actual diputado Rafael Bielsa, que al cierre de esta edición obtenía el 38,8% de los votos.

"Yo soy el único padre de la derrota. No di la talla como candidato", balbuceó Bielsa al reconocer el triunfo de su rival, en un intento de despegar al presidente Néstor Kirchner y a su esposa Cristina, candidata a la presidencia, de la victoria socialista. Eran las diez y cuarto de una noche de velorio en el búnker kirchnerista.

La victoria de Binner en esta estratégica provincia le dio un soplo de oxígeno a la alicaída oposición nacional en el último tramo en la carrera presidencial; tanto Elisa Carrió (Coalición Cívica) como Roberto Lavagna (UNA) habían expresado públicamente su apoyo a Binner, aunque, en rigor, el socialista siempre procuró mantenerse equidistante de la pelea nacional. Como sea, el gran derrotado de la jornada fue el Frente para la Victoria (FPV), y el matrimonio Kirchner en particular, que viajaron en cinco oportunidades a la provincia para respaldar a su candidato, gesto que escatimaron con otros postulantes a gobernador.

"¡Paso, paso, paso, se viene el binerazo!", clamaban los simpatizantes socialistas en el Patio de la Madera, un centro de exposiciones convertido en búnker socialista. Había rostros exultantes pero de alivio: es que, hasta último momento, se temía una elección cabeza a cabeza con la sospecha de fraude, situación que, afortunadamente, no se dio. El comicio, hay que decirlo, se desarrolló con total normalidad.

La alegría incontenible en el socialismo contrastaba con la desazón que se palpaba en el hotel Riviera, donde Bielsa, enteramente vestido de negro -¿un presagio de lo que se venía?- aguardaba el resultado. No imaginaban una derrota tan categórica: hasta en los bastiones justicialistas como Villa Gobernador Gálvez o San Lorenzo Binner aparecía triunfante.

En Rosario, el bastión socialista por excelencia (donde Binner se destacó como intendente), la diferencia fue abrumadora, con alrededor de 30 puntos en favor del candidato del Frente Progresista. No había explicaciones en el kirchnerismo; sólo caras largas.

"Las victorias tienen muchos padres, pero la derrota sólo una, y ese padre soy yo. A nuestro proyecto no le faltó absolutamente nada, salvo un candidato a gobernador que haya dado una mejor pelea de la que yo di", admitió Bielsa, quien luego anunció que presentará su renuncia a la banca de diputado nacional por la Capital.

El kirchnerismo esperaba una elección más pareja; hasta último momento el encuestador Julio Aurelio -que se acercó al búnker de Bielsa- vaticinaba "un empate técnico", pero se equivocó.

Cuando la tendencia se hizo irreversible, el gobernador Jorge Obeid se comunicó con Binner para felicitarlo por el contundente triunfo. Lo mismo hizo anoche el presidente Néstor Kirchner.

Palabra de ganador

Cinco minutos más tarde de la aparición de Bielsa, un Binner trajeado y eufórico apareció en escena junto a su compañera de fórmula Griselda Tessio y el titular del partido socialista, Rubén Giustiniani. Los recibió la ovación de una multitud desbordada de alegría.

Las primeras palabras de Binner fueron de agradecimiento a sus aliados en el frente, entre ellos un sector de la UCR, ARI y el Partido Demócrata Progresista.

"Los convocamos a todos los santafecinos a construir una provincia mejor, con más justicia, más equidad", expresó Binner, y cuando mencionó que Kirchner lo había llamado para felicitarlo una fuerte silbatina sonó en el salón.

Binner procuró frenar los silbidos contra el Presidente.

Sabe que debe gobernar en una provincia que si bien goza de una bonanza económica en el plano político se presenta más complicada: el justicialismo dominará el Senado provincial y Binner deberá convivir en buenos términos con la Casa Rosada.

Pero la euforia pudo más.

"Es una elección con fuerte impacto nacional. Creo que la Casa Rosada debiera reflexionar el hecho de haber venido tantas veces a respaldar a los candidatos oficialistas cuando en Santa Fe se respiran aires de cambio", sintetizó el senador Giustiniani, principal impulsor del socialismo a la candidatura presidencial de Carrió.

Por Laura Serra
Enviada especial

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